martes, 29 de junio de 2010

Esa manía de hacer todo al revés o, directamente, en completo desorden

Si bien leo literatura, lo que más disfruto leer es libros de historia. Siempre me pregunté por qué, y me terminé dando cuenta de que es por la forma que tengo de leer. Me cuesta espantosos horrores seguir un libro de principio a fin. Prefiero saltar de punto en punto del libro, empezar por el final, volver atrás; en fin, romper con el esquema predeterminado del libro. Esto no es tan fácil de hacer con una novela sin perder mucho de vista, y cuando a uno le gusta leer muchas cosas, no se queda mucho tiempo con un mismo libro, con lo cual la posibilidad de volver atrás y revisar una y otra vez desaparece. Muy rayuelesco/crónicadeunamuerteanunciadesco todo (?).

Los libros de historia lo que tienen es que uno en general parte ya sabiendo el contexto de lo que va a leer mucho mejor de lo que uno conoce el argumento de una novela. Por eso, mientras más conocés el tema, más libertades te tomás y más de goma (?) hacés al libro. Si me dan para leer un libro sobre la Batalla de Berlín, probablemente te lo lea de la manera más deforme posible. Pero si lo que consigo es uno sobre la Historia Social y Económica de China en la época de la dinastía Qing, voy a ser menos atrevido.

Se me ocurre que todo este asunto responde a que hay dos grandes formas de que la info entre a la cabeza; tres grandes formas en que puede funcionar la imaginación:

-La forma de la masa glotona implica que la primera capa de conocimiento que llega al cerebro es difusa, incompleta, e incluye cosas muy dispares y poco conectadas sobre un tema. Pero una vez que se la tiene, cada vez que entran nuevos datos esa masa amorfa los fagocita e incorpora, expandiéndose más y más y logrando establecer puentes entre los puntos que se encuentran dentro de ella.
-Otra forma sería la forma del "mapa del Age". Como en el Age of Empires, se parte de un punto solo y se empiezan a incorporar nuevos conocimientos de forma lineal hasta tener el mapa completo. Creo que mucho no difiere de la forma anterior.
-La última forma sería la "forma de película", y es muy pelotudo que le dé ese nombre porque implica que no se me ocurrió metáfora mejor para representarla, porque la peli es tan argumental como una novela. En fin, la forma de película implica ir de principio a fin, en orden, de menor a mayor, sin posibilidad de alterarlo, cosa que sí se puede hacer en el mapa del Age porque si bien se parte de un punto en particular, no es ni el principio ni el final, porque no lo hay, y se puede mover uno hacia cualquier dirección.

No hay forma buena ni mala. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, y quizá para una determinada actividad aplicamos una u otra. Los que solemos usar la forma "masa glotona" creo que la flasheamos más pero al mismo tiempo sufrimos más porque nos cuesta adaptarnos a la normal realización de las actividades cotidianas.

Para terminar con este divague, creo que es bueno mencionar que otro fenómeno que me caracteriza a mí y a mucha gente más es la incapacidad de leer una sola cosa a la vez. Esto y la incapacidad de leer un libro en orden son hijos de un mismo padre (?). El hecho de leer muchas cosas distintas y contrastantes a la vez permite flashearla más. Porque a diferencia de lo que pasa cuando mandás yogurt con ajo, ketchup y rodajas de limón, mezclar diferentes temas en la cabeza suele dar como resultado ideas nuevas, más creativas. Y calculo que eso mezclado con lo que uno suele experimentar en la vida diaria más las experiencias vividas darán como resultado sueños extraños.

Bueno, mejor me pongo a estudiar otra vez o el jueves cierto profesor me va a meter la masa glotona, el mapa del Age y el blog completo por el orto.

Saludos,
Manu

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